Murciélagos: Aunque su reproducción es más lenta, con una sola cría al año, buscan refugio en estructuras humanas, lo que incrementa el riesgo de transmisión de enfermedades.
Palomas: Estas aves urbanas son altamente reproductivas, colocando dos huevos por nidada varias veces al año. Su presencia puede generar acumulación de excrementos y daños a edificaciones.